jueves, 14 de octubre de 2010

Salpimentando la noche

Esta mañana la cabeza no me estaba tratando nada bien durante el viaje en colectivo de cada día y lo único que me levantó el espíritu fue este tema en el mp3.
Por qué? No tengo ni idea, pero cosas así merecen quedar registradas (?).
Y además, porque todos merecemos ser queridos por lo que somos. He dicho.

Magia, haz lo tuyo.


La quiero porque ella es así,
con su corazón de grillo.
Le gusta lo mismo que a mí,
el café y el cigarrillo.
Sentarse a la mesa de un bar
o sin plata caminar.

¡Así, como es,
rebelde y angelical!
¡Así, como es,
azúcar, pimienta y sal!

La quiero así,
con su cara de muñeca.
La quiero así,
con su cabecita hueca.
La quiero así,
con sus sueños de papel.
Y aunque siempre esta en la luna,
no la cambio por ninguna,
yo la siento como el sol en la piel.
Soy feliz a mi manera
y me gusta que me quiera,
así como es.

La quiero difícil como es,
con su mundo diferente.
Qué importa su mundo al revés,
sin que cambie fácilmente.
Tampoco lo que hablen de mi,
porque yo la quiero así.
Así, como es
rebelde y angelical.
¡Así, como es,
azúcar, pimienta y sal!





Buena noche de jueves!

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Simon Says

NO RECLAMES
NO LLORES
NO PIDAS
NO LLAMES
NO ESCRIBAS
NO TE ENOJES
NO EXTRAÑES
NO NECESITES
NO EXPRESES
NO DIGAS
NO TE QUEJES
NO RECUERDES
NO APURES

viernes, 6 de agosto de 2010

Sonrisa

Hace unos días, una personita que quiero mucho me regaló ésta poesía que pertenece a Horacio Ferrer.
Me gustó tanto que desempolvé la contraseña de este espacio, y le dí un muy merecido lugar:

Vos
No sabes
Ay!
No sabes, que
Ganas
Siento
De Tirarme
De
Cabeza
En el
Pocito
Que tenès
En la mejilla,
Para quedarme
Y no salir,
Y no
Salir hasta saber
En que guay
De tu existencia,
En que rincon
Propicio
De tu ser,
En que fusible
Al rojo
De tu cara,
En que inaudible
Frecuencia
De tu aliento,
En que feriado
Principal
De tu contento,
En que hermosisimo ejercicio
De inconsciencia,
En que rara
Glandula del
Jubilo, en que tropel
De globulos de farra,
En que tendon
Granuta,
En que fanatico
Momento
De tu gracia, en que burbuja
De tu soda,
En que dintel
De tu alegria, toda,
Toda con ventanas,
En que manojo
De tu FLORA
Vertebral,
En que paraje de tu piel
Aguitarrada,
En que capullo de tus ganas,
O en que simpatico grillo
De tu cordial
Aurora,
O en que gatillo
Atrabiliario
Y retozon
Del festival
De tus ovarios,
Se prepara
Y desparrama
Y sobreviene
Y se dispara
Esa sonrisa tuya
Que tiene... que se yo
Lo que tiene!
Pero que primero
Te pone
A sonreir
Los pomulos, los dientes,
Los ojos
Y la ñata
Y los cachetes
A montones!
Y se desparrama,
Despues,
Desde tu cara
Hasta tus pies,
De una cadera a otra cadera,
De tu cenit a tu nadir,
De un aleluya a otro aleluya
Y por siete reencarnaciones,
Siete,
Le
Decreta
Primavera
Nacional
A todo el aire que se asoma
A tus pulmones,
Y se proclama
Carnaval
Y catarata,
Procesion,
Mitin,
Cantata para alegron
Y orquesta,
Y te dispone
Su floresta
En los balcones
De tu sangre, y te embandera
-sin permiso-
Retreta
Por retreta, aroma
Por aroma, rizo
Por rizo, ojera
Por ojera, jilguero
Por jilguero y ademan
Por ademan,
Hasta sentir
Esa sonrisa
Que en tu alma entera,
De enero a enero,
De sotano a cornisa,
De A hasta Zeta
Y de nazco a muero,
Que en tu alma entera, entera, estan
De fiesta
Las almeras
Y los almeros,
Y que el cuerpo entero,
En seduccion
De epifania
Con vocacion
De oceano incontinente,
De espaldas y de frente,
De quiero y de no quiero,
Por dentro y por fuera
Te dejó
Ascendente
Y que la vida entera
Te quedó
Sonriente,
Te quedó...

jueves, 23 de julio de 2009

"No mueren... nos matan"

Escuché esta canción de Silvio Rodríguez ayer por primera vez, y me pareció que se relacionaba directamente con el leit motiv de este blog: mandar a pasear a alguno de los pensamientos que tengo en la cabeza, para que no se acumulen en estanterías internas que se terminen rompiendo por exceso de peso. Por ahora, las necesito sanas.


¿Adonde van las palabras que no se quedaron?
¿Adonde van las miradas que un día partieron?
¿Acaso flotan eternas, como prisioneras de un ventarrón?
¿O se acurrucan, entre las rendijas, buscando calor?
¿Acaso ruedan sobre los cristales, cual gotas de lluvia que quieren pasar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿Adonde van?
¿En qué estarán convertidos mis viejos zapatos?
¿A dónde fueron a dar tantas hojas de un árbol?
¿Por dónde están las angustias, que desde tus ojos saltaron por mí?
¿Adonde fueron mis palabras sucias de sangre de abril?
¿Adonde van ahora mismo estos cuerpos, que no puedo nunca dejar de alumbrar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿Adonde van?
¿Adonde va lo común, lo de todos los días?
¿El descalzarse en la puerta, la mano amiga?
¿Adonde va la sorpresa, casi cotidiana del atardecer?
¿Adonde va el mantel de la mesa, el café de ayer?
¿Adonde van los pequeños terribles encantos que tiene el hogar?
¿Acaso nunca vuelven a ser algo?
¿Acaso se van?
¿Y a dónde van?
¿Adonde van?



Ah, y bienvenidos.