jueves, 14 de octubre de 2010

Salpimentando la noche

Esta mañana la cabeza no me estaba tratando nada bien durante el viaje en colectivo de cada día y lo único que me levantó el espíritu fue este tema en el mp3.
Por qué? No tengo ni idea, pero cosas así merecen quedar registradas (?).
Y además, porque todos merecemos ser queridos por lo que somos. He dicho.

Magia, haz lo tuyo.


La quiero porque ella es así,
con su corazón de grillo.
Le gusta lo mismo que a mí,
el café y el cigarrillo.
Sentarse a la mesa de un bar
o sin plata caminar.

¡Así, como es,
rebelde y angelical!
¡Así, como es,
azúcar, pimienta y sal!

La quiero así,
con su cara de muñeca.
La quiero así,
con su cabecita hueca.
La quiero así,
con sus sueños de papel.
Y aunque siempre esta en la luna,
no la cambio por ninguna,
yo la siento como el sol en la piel.
Soy feliz a mi manera
y me gusta que me quiera,
así como es.

La quiero difícil como es,
con su mundo diferente.
Qué importa su mundo al revés,
sin que cambie fácilmente.
Tampoco lo que hablen de mi,
porque yo la quiero así.
Así, como es
rebelde y angelical.
¡Así, como es,
azúcar, pimienta y sal!





Buena noche de jueves!